Servicio de orientación e información

Si usted o algún compañero, amigo o conocido tiene problemas con las drogas o simplemente quiere información, puede encontrarla llamando al 900 16 15 15 es un servicio de llamada gratuita, confidencial y anónimo, y funciona de lunes a viernes de 9 a 21 horas.

HEROINA

 
  Nombre   HEROÍNA  
 
 
  Conocida como   Caballo, potro, jaco, reina, dama blanca, hero, po  
 
 
  Familia   Depresor / Opiáceo  
 
 
  Fórmula   3.6-Diacetilmorfina  
 
 
  Origen   La heroína es un opiáceo semisintético que se obtiene al tratar la morfina con diferentes sustancias químicas. Es por tanto, un derivado de la morfina que a su vez se extrae del opio (papaver somniferum).  
 
 
  Presentación   En su forma original la heroína es un polvo blanco cristalino blanco, inodoro y fino pero dependiendo del proceso de producción puede presentarse con otra textura y color.

En España la heroína que se encuentra es, generalmente, de color marrón y más apta para fumarla o la heroína blanca más adecuada para la inyección intravenosa.
 
 
 
  Administración   Durante mucho tiempo, la heroína se ha administrado por vía intravenosa (“pico”).

La aparición del SIDA entre los heroinómanos explica que la tendencia actual sea la de fumar o aspirar el vapor resultante del calentamiento de la sustancia (“chino”).

Otras vías de administración menos comunes son la aspiración intranasal de la sustancia, conocido popularmente como “esnifar” y el consumo por vía sublingual.
 
 
 
  Historia   Dado el elevado número de adictos a la morfina y las nefastas consecuencias que esa sustancia acarreó a la sociedad del siglo XIX, se impuso la necesidad de encontrar una nueva sustancia con igual potencial analgésico pero sin la alta dependencia de la morfina.

Éste era el objetivo de prestigiosos laboratorios de la época, hasta que uno de ellos, la compañía alemana Bayer, creyó dar con el producto anhelado en 1874. Se había sintetizado la heroína, nombre derivado de la palabra germana heroish, que significa poderoso, heroico.

Se trataba de un producto que, con una dosis menor, producía mayores efectos. Se pensó que servía para tratar a los dependientes de la morfina y otras muchas enfermedades (por ejemplo, la tuberculosis) y que, aparentemente, carecía de efectos secundarios adversos. En pocos años se pudo advertir el error de concepto y se hicieron evidentes sus riesgos y efectos negativos.
 
 
 
  Uso terapéutico   La administración de heroína puede ser autorizada como uso terapéutico o en ensayos clínicos. Su uso terapéutico principal podría ser como alivio del dolor en enfermedades como el cáncer ya que es uno de los analgésicos más potentes así como en programas de mantenimiento con el objetivo básico de mantener al sujeto bajo un control sanitario. Esta última situación se comienza a poner en práctica en algunas Comunidades Autónomas del país.  
 
 
  Tendencias de Consumo   Mientras que en Asia, Norteamérica, Europa y otros lugares la autoadministración de heroína ha alcanzado dimensiones epidémicas, se puede afirmar que Latinoamérica desconoce, en general, este problema.Durante muchos años se relacionó el consumo de heroína con los estratos socioeconómicos más desfavorecidos, sin embargo, se han constatado múltiples casos de adicción a este opiáceo entre individuos ajenos a cualquier situación marginal.

Veamos algunos datos de consumo en España:
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  • Según la Encuesta Domiciliaria efectuada en el año 2001, han disminuido las prevalencias de consumo, pasando del 1% en 1995 al 0,6% en los que habían consumido heroína alguna vez en la vida.
  • También ha disminuido el número de admisiones a tratamiento por heroína, pasando de 43.598 en 1998 a 35.714 en 2000 aunque continúa siendo la sustancia que más admisiones a tratamiento genera (72,2% del total de las admisiones a tratamiento).
  • En el Teléfono de Ayuda 900FAD se ha observado también una disminución en las demandas de información por heroína, que han pasado de representar el 59,4% en 1994 a un 12,4% en 2002, siendo superada este año por la cocaína (35,9%) y los derivados del cannabis (20,2%).
  • Se mantiene la tendencia decreciente iniciada desde 1996 del uso de la heroína por vía parenteral entre los admitidos a tratamiento. Según datos del PNSD, en 1996 el 40% se había inyectado en los últimos 30 días y únicamente el 28,6% en 1999.
  • La edad media de inicio en el consumo de heroína aumenta de 19 años en 1999 a 20,7 años en 2001.
  • Fuente: Encuesta Domiciliaria sobre Consumo de Drogas en España, 2001 (población de 15 a 64 años), Encuesta sobre Drogas a población escolar, 2002 (estudiantes de 14 a 18 años). Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas e Informe nº 5 del Observatorio Español sobre Drogas, julio 2002.
 
 
 
  Situación Legal   De acuerdo con el Código Penal español, se considera a la heroína como una “droga que causa grave daño para la salud” y, por lo tanto, serán penalizados todos aquellos individuos que cultiven, elaboren, trafiquen, promuevan, favorezcan o faciliten su consumo o lo posean con esos objetivos. También será penada la conducción de un vehículo bajo los efectos de la heroína.Igualmente, el consumo de heroína en lugares, vías, establecimientos o transportes públicos o el abandono del material para su uso constituye una infracción administrativa grave, objeto de sanción (multa) que puede sustituirse por un tratamiento de deshabituación adecuado.  
 
 
  Dependencia y Tolerancia  
  • Alta dependencia. Transcurridas varias horas desde la última administración de la sustancia, el adicto necesita una nueva dosis.

  • Alta tolerancia. La tolerancia aparece con rapidez. Se tiende a aumentar la cantidad de heroína para conseguir los mismos efectos que antes se lograban con dosis menores, lo cual desencadena una manifiesta habituación y dependencia

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      Síndrome de Abstinencia   El conjunto de signos y síntomas que aparecen tras el abandono del consumo de heroína se inician en torno a las 8 horas de la última dosis, siendo máximo el malestar entre las 36 y 72 horas para decrecer progresivamente hasta los 5-10 días. Es el llamado “mono”.

    El síndrome de abstinencia presenta diferentes fases;
  • en el estadio inicial aparece lagrimeo, sudoración, sensación de debilidad, deseo de la droga, bostezos y rinorrea, (secreción intensa de moco nasal).

  • En la fase intermedia el sujeto se encuentra inquieto, con un alto grado de ansiedad, sufre temblores, dolores musculares, irritabilidad, piloerección, dilatación de las pupilas, insomnio, escalofríos, agitación psicomotriz, (movimientos frecuentes y con dificultad para su inhibición), etc.

  • A medida que el cuadro de abstinencia progresa sobreviene diarrea, náuseas, vómitos, eyaculación espontánea, fuertes dolores y calambres en las extremidades, fiebres...

  • Aproximadamente en una semana suelen desaparecer estos síntomas, aunque permanece el recuerdo constante de la droga.El síndrome descrito, si bien se percibe insufrible por muchos heroinómanos, no reviste gravedad y puede superarse sin riesgo para la salud. Además de variables como la cantidad ingerida, frecuencia y vía de administración, su intensidad depende en gran parte de la motivación y expectativas del sujeto, del apoyo familiar y profesional con el que cuente, etc.


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      Efectos   Durante un intervalo de 2-3 horas, tras una posible reacción inicial desagradable (vómitos, mareo, etc.), el sujeto percibe una Intensa sensación de placer ("flash"), Sedación y cierta euforia y alivio de cualquier malestar o tensión

  • Sequedad de boca.

  • Miosis (disminución del tamaño de la pupila).

  • Depresión del sistema respiratorio.

  • Pérdida de apetito.

  • Estreñimiento.

  • Disminución de la temperatura corporal

  • Enlentecimiento del ritmo cardiaco

  • Hipotensión


  • Al hablar de efectos de la heroína, es importante destacar el hecho de que éstos no son iguales al inicio del consumo que una vez generada la dependencia: en el primer caso, el motivo para administrarse la droga será la búsqueda de una intensa acción placentera y euforizante. En un momento posterior, el sujeto se ve impulsado a su utilización para evitar el estado aversivo que la ausencia de la sustancia provoca. Es decir, el opiáceo se torna un poderoso refuerzo de su propio consumo.
     
     
     
      Riesgos   El uso continuado de la sustancia puede producir alteraciones de la personalidad, trastornos de la memoria, de ansiedad y depresión y una tremenda dependencia que hace que toda la vida del consumidor gire en torno a la sustancia.

    Dependiendo de muchas variables tales como tiempo de consumo, vía de administración, hábitos sanitarios, estilo de vida, etc.; las consecuencias pueden ser:
    • Alteraciones de la nutrición (adelgazamiento extremo).
    • Afecciones gastrointestinales (estreñimiento severo).
    • Dolencias cardiovasculares.
    • Complicaciones pulmonares.
    • Alteraciones hepáticas.
    • Alteraciones renales.
    • Problemas dentales.
    • Patologías ginecológicas (ausencia de menstruación, problemas ovulatorios, etc.).
    • Ausencia de deseo e impotencia sexual.
    • Abortos espontáneos.
    Muchas de las complicaciones típicas que sufren los heroinómanos guardan estrecha relación con infecciones facilitadas por la inyección, con la falta de adecuados hábitos higiénicos, sanitarios, alimenticios, etc. y con la adulteración del opiáceo mediante productos tóxicos o perjudiciales (es usual encontrar azúcar molida, talco, lactosa, cacao, etc.). Ello justifica la gran incidencia en el paciente de llagas, abscesos, procesos infecciosos como hepatitis, neumonías, SIDA.El consumo continuado de la heroína puede conducir a serios déficits en el ámbito social del individuo: la desestructuración familiar, situación de desempleo, ruptura de relaciones interpersonales, ausencia de recursos económicos, etc.
     
     
     
      Consumo de menor riesgo   Si a pesar de los riesgos se ha decidido consumir, es necesario:
    • ·Seguir las normas básicas de higiene y prevención para la administración de la droga.
    • ·No mezclar la heroína con otras sustancias porque aumentan los riesgos para la salud.
    • ·Tratar de utilizar la dosis mínima ya que se desconoce el tipo de adulterantes y la pureza de la droga. De este modo, se evitarán sobredosis y alergias.
    • ·Si no se desea abandonar el consumo de heroína se puede tratar de cambiar la vía de administración; la vía fumada cuenta con menos riesgos que la vía inyectada.
    • ·Se ha de procurar consumir en compañía de alguna persona que no lo haya hecho ya que podrá ayudar en caso de necesidad.
    • ·Si se es consumidor es importante tratar de alimentarse correctamente, dormir abundantemente y realizar revisiones médicas periódicas.
    • ·Si se produce una intoxicación aguda o uno no se encuentra bien tras el consumo, conviene ponerse en contacto con un servicio de urgencia cuanto antes.
    • ·No consumir durante el embarazo porque los riesgos de aborto espontáneo o problemas de salud en el futuro bebé serán importantes.
    • ·Si se es consumidor/a se puede acceder a programas de tratamiento que ayudan a abandonar el consumo y a mantener bajo un control sanitario dicha situación.
    • ·Cuando se consume heroína es frecuente que en la mujer desaparezca la menstruación. Esto no significa que no exista ovulación, por tanto, si no se desea un embarazo es preciso utilizar el preservativo y así evitar también el riesgo de infecciones, (VIH/SIDA, hepatitis, Ets, etc.).
     
     
     
      Detección en la orina   Las analíticas habituales realizadas en orina detectan restos de la sustancia de 2 a 4 días después del último consumo.  
     
     
      Particularidades   Es muy usual encontrar drogodependientes que tomen la heroína mezclada con otras drogas, por ejemplo cocaína ("speedball"), para prolongar e intensificar los efectos de ambos productos.  
     
     
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